El blog de la Història,
la Geografia i
la Història de l'Art

El blog de la Història, la Geografia i la Història de l'Art

Arxiu de la categoria
'5.6 L’Espanya del segle XVIII: De la Nova Planta a la crisi de l’Antic Règim'

Felip V segons la memòria de la Il·lustració

L’esforç de legitimació de la figura de Felip V i la nova dinastia dels Borbons a l’Espanya del segle XVIII s’havia centrat fonamentalment en la demostració de la catolicitat del monarca, però el handicap de rei estranger mai va poder ser totalment superat, ni abans ni després de la Guerra de Successió. En aquest sentit, la historiografia de la Il·lustració va trobar-se davant del desafiament de promoure la memòria del primer Borbó per convertir la seva figura en el monarca “restablecedor o restaurador”. Per això, és significatiu donar un cop d’ull a la memòria desacomplexada i reivindicativa impulsada per Pedro Rodríguez de Campomanes des de la Reial Acadèmia de la Història.

L’il·lustrat i acadèmic de la Història canari José de Viera y Clavijo (1731-1813) va guanyar el premi de la RAH pels seus Elogios a Felip V de 1779, on podem llegir:

En el apacible silencio de la corte, era inclinado a la cadena de los sentidos y a la melancolía, que su índole era de un príncipe modesto, blando, naturalmente timorato, escrupuloso, taciturno y menos inclinado a gobernar con imperio, que con consejo y dirección. De aquí era que necesitaba su alma tranquila de fuertes sacudimientos y grandes ocasiones para enardecerse y desplegar toda su impetuosidad y energía; y nada había en el mundo que ocasionase en su pecho esta conmoción sino el estruendo de la guerra […].

Felipe V fue un príncipe firme y animoso, sin embargo de su natural blando y tranquilo. Intrépido y guerrero, sin embargo de su corazón tierno y amoroso. Grande en las desgracias, sin embrago del desprecio con que miraba las grandezas. Amante de las letras y de las artes, sin embargo de su índole belicosa. Fue un rey lleno de candor, moderación, benignidad, bondad y justicia. Un rey casto, verdaderamente católico, pío, timorato, zeloso de la pureza de la religión, de sus ministros y de su culto. En suma, un heredero de la sangre y de la piedad de sus abuelos S. Fernando y S. Luis. Fue un esposo feliz, y mil veces feliz en haber tenido por mujeres dos verdaderas heroínas, que tiernamente amadas comunicaron fuerza y energía a su carácter, y ardieron en continuo zelo de su reputación. En fin, fue un padre el más dichoso, cuyos méritos quiso coronar el cielo desde la tierra, concediéndole unos hijos tan humanos, tan respetables, tan benéficos, tan amantes de la nación, unos hijos y nietos, que han sido y serán siempre las delicias de los españoles, la honra de los Borbones y la vanidad del género humano.

Una altra reivindicació de la figura de Felip V la trobem en l’il·lustrat i acadèmic cubà Francisco Javier Conde y Oquendo (1733-1799) i el seu Elogio de 1779:

Este valor y confianza, la primera de las virtudes militares, acompañada de la gallardía del cuerpo y de la dulzura de un trato medio entre popular y magestuoso, le hicieron señor de quantos les miraban. Por donde quiera que pasó dexó impresos los vestigios de su bondad y se llevó tras de sí el amor de los pueblos […].

Felipe no vacila, ni por las sugestiones del abuelo, ni por los encantos del país, ni por el apego natural a la herencia de sus mayores. Resueltamente dice delante de su corte y ministros de los extranjeros que no cambiaría por la Monarquía Universal la más pequeña parte de España […]. Un rey de otra gente y de otra tribu, nacido en otro cielo y educado por otras manos, entre costumbres y modales muy diferentes de las vuestras, ha mudado de carácter y de patria y se ha dexado atar a una nación extraña y de muchos tiempos enemiga, con nudos más estrechos que los de la carne y la sangre […].

Nuevas leyes y establecimientos, nuevas fábricas y telares, nuevas máquinas y maestros, nuevos caminos y canales, correo marítimo, comercio libre, revolución general del estado: todo se ha puesto en acción y movimiento: aquello va saliendo de la nada, y esto caminando a su perfección. Escuelas y academias restauran la milicia, las letras y la lengua: seminarios y monasterios educan la nobleza de ambos sexos: hospicios y sociedades destierran el ocio, ensalzan los oficios y honran los oficiales. Esto es ser reyes de la patria, y padres de familias: esto es gastar con sus vasayos la ternura de una madre con sus hijuelos.

També l’il·lustrat i acadèmic basc Manuel María de Aguirre (1748-1800) va escriure el seu Elogio de Felipe V el 1789, text que va presentar-se a les Juntas Generales de la Sociedad Vascongada i que apareixeria publicat a El Correo de Madrid:

Pueblos ilustrados, gentes, acudid a ver uno de los principales ensayos de sus adquiridos conocimientos, que va a presentaros la España, esa parte de la Europa, que tanto habéis culpado de preocupada y sumergida en inveterados errores. Sí. La Nación toda solicita hoy dar pruebas al mundo de cómo agradece, cómo ansía erigir eternos testimonios de su amor y reconocimiento al magnánimo rey, al que fue causa de que cayera la opresión, y de que sólidamente se estableciesen la dicha y el contento de las melancólicas gentes que la componían […].

Solamente Barcelona, la ciega y alucinada Barcelona, quiso endurecerse más y persistir en su engaño, mortificando las paternales entrañas de su digno monarca. A la cabeza de un exército lúcido y triunfante marcha Felipe a reducirla; la embiste, y nunca mostró más descubiertamente el amor que conservaba a estos vasallos, aunque tercos y obstinados […]. Obedecieron las tropas las humanas órdenes de su Soberano, rinden la ciudad, y desarman al Pueblo Feroz, que vio admirado la moderación y triunfante entrada de su Augusto conquistador […]. Ya no piensa Felipe sino en remediar el desorden de la contienda civil y los males acarreados por la encenada guerra sobstenida contra tantas Naciones.

Finalment, l’acadèmic de la Història valencià Juan Sempere i Guarinos (1754-1830) es manifestava amb rotunditat sobre la figura de Felip V en la seva obra Ensayo de una biblioteca española de los mejores escritores del reinado de Carlos III (1785-1789):

Apenas subió Felipe V al trono cuando el espíritu humano empezó a hacer sus esfuerzos para salir de la esclavitud y el abatimiento a que los tenía reducido el imperio de la opinión. Aquel gran rey dio muy presto a conocer el alto concepto que le merecía la ciencia y las artes y que convencido de su importancia estaba muy dispuesto para favorecerlas.

Documental: El setge de Cardona

En aquest documental sobre la Guerra de Successió (1702-1714), emès per TV3 l’Onze de Setembre de 2012, s’explica com el castell de Cardona, defensat per poc més de 1.000 homes, va aconseguir derrotar l’exèrcit de Felip V, deu vegades més nombrós. Durant 34 dies, del 17 de novembre fins el l 18 de desembre de 1711, les tropes aliades de l’arxiduc Carles d’Àustria van resistir l’embat de l’exèrcit borbònic i, finalment, van aconseguir trencar el setge i derrotar les tropes filipistes. Una història desconeguda per a gran part del públic, però molt important per a Catalunya ja que va comportar allargar durant tres anys el conflicte.

El documental, titulat ‘1711. El Setge’, combina la crònica lineal amb la veu dels quatre grans protagonistes de l’episodi: el governador del castell de Cardona, Manuel Desvalls, l’enginyer militar Jean-Marie Joblot, el coronel austriacista Comte de Gehlem i el rector de Bergús, que encarna les vivències de la societat civil. El film també retrata els escenaris on van tenir lloc els esdeveniments i que, segons el guionista del documental, Dani Sala, continuen “pràcticament inalterats”. Totes les músiques del film són del músic igualadí, Jordi Savall, i han estat enregistrades a la Col·legiata Sant Vicenç del Castell de Cardona.


La Reial Acadèmia de la Història del segle XVIII

Un cop consolidada la figura de Felip V en el tron espanyol després de la victòria en la Guerra de Successió, el règim dels Borbons va topar-se amb serioses dificultats per a legitimar històricament les innovacions introduïdes en la Nova Planta. Així, en el segle XVIII, la història d’Espanya va veure’s condicionada per la tradició nacionalcatòlica del discurs hegemònic construït per Juan de Mariana en el segle XVI i que arribaria ben viu fins el vuit-cents. Per tant, als Borbons va resultar-los força difícil construir un discurs històric de modernitat que esdevingués creïble i assumible per tots els súbdits de la monarquia.

Arms_of_the_Spanish_Royal_Academy_of_History.png

El principal intent de construir una memòria històrica oficial dels Borbons, una mena de Nova Planta historiogràfica, que permetés la conjunció dels vells interessos amb la pretesa modernitat il·lustrada, va ser el naixement de la Reial Acadèmia de la Història. Aquesta institució tenia les seves arrels en les tertúlies celebrades en els anys trenta en el domicili de Julián Hermosilla. Aquestes reunions d’erudits aviat es traslladarien als salons de la Biblioteca Reial de Madrid, fins que Felip V va aprovar el projecte de creació d’una acadèmia d’història el 1738 amb l’objectiu il·lustrat d’esclarir “la importante verdad de los sucesos, desterrando las fábulas introducidas por la ignorancia o por la malicia, conduciendo al conocimiento de muchas cosas que oscureció la antigüedad o tiene sepultado el descuido”.

Inicialment, l’Acadèmia va viure una etapa caracteritzada per la multiplicitat de projectes regeneradors de la història d’Espanya sota la direcció d’Agustín de Montiano (1738-1764) i de l’il·lustrat per excel·lència Pedro Rodríguez de Campomanes (1764-1791). El més important d’aquests projectes era el Diccionario Histórico-Crítico Español, però aquesta obra destinada a la depuració dels falsos mites que caracteritzaven la història espanyola aviat passaria a millor vida després que Campomanes fos substituït pel duc d’Almodóvar.

Real_Cédula_(17_de_junio_de_1738).png

En paraules de Ricardo García Cárcel en la seva obra La herencia del pasado. Las memorias históricas de España (2011):

Lo que hundió el Diccionario fue la propia ansiedad redentorista de la historia de España mostrada por aquellas primeras promociones de académicos (con nombres tan ilustres como los de Miguel Casiri, Vicente García de la Huerta, José Agustín Ibáñez de la Rentería, Ignació de Luzán, Pedro José Pérez Valiente, Manuel de Roda y naturalmente Campomanes), así como la pobreza de medios con que contaron.

A la Reial Acadèmia de la Història del segle XVIII va obsessionar-la la imatge d’Espanya i la necessitat d’exhibir un passat històric brillant que es contraposés a les crítiques europees i americanes que configuren la Llegenda Negra. Per això, des de la RAH va buscar-se la creació d’un nou discurs historiogràfic que seguís el mètode dels enciclopedistes de compilació dels esdeveniments històrics passant-los pel filtre de la realitat contrastada. Per això el projecte del Diccionario va iniciar-se amb un vigorós entusiasme. I és el fracàs d’aquest projecte davant del tradicionalisme nacionalcatòlic abanderat per la Inquisició on trobem el gran problema de l’articulació de la Nova Planta historiogràfica dels Borbons.

L’Espanya centralista del segle XVIII

El triomf de Felip V en la Guerra de Successió va significar la implantació del model de l’absolutisme monàrquic vigent a França des del segle XVII. En aquesta fórmula política, el rei constituïa l’encarnació mateixa de l’Estat: li pertanyia el territori i les institucions emanaven de la seva persona. Sobre el paper, el seu poder era pràcticament il·limitat, era font de llei, autoritat màxima del poder i cap de la justícia. És a dir, els Borbons van posar fi a les limitacions que havien actuat sobre la corona durant la Monarquia Hispànica dels Àustries i es van esforçar per enfortir el poder reial.

Felipe_V_de_España.jpg
Felip V

En el cas de Catalunya, així com en els altres territoris de la Corona d’Aragó, el pactisme polític i l’organització composta de la monarquia van donar pas a l’absolutisme i el centralisme. D’aquesta manera, la Nova Planta respon a dues realitats: el dret de conquesta i la crisi de l’Espanya horitzontal de l’austriacisme. Des de l’òptica del monarca absolut, els austriacistes havien practicat un delicte de lesa majestat: s’havien rebel·lat contra el rei al qual havien jurat fidelitat i això mereixia un càstig fonamentat i legitimat en el dret de conquesta del territori. Tanmateix, la reorganització centralista no només responia a la implantació del model francès, sinó que tenia unes arrels pròpies a Espanya com a conseqüència dels problemes de governabilitat als quals ja s’havia enfrontat la Monarquia Hispànica dels Àustries al llarg del segle XVII, i que s’exemplifiquen en el projecte castellanitzador del Comte-duc d’Olivares.

Ara bé, la Nova Planta de Felip V no és estrictament un projecte castellanitzador de la Monarquia Hispànica en el qual es trasllada el model propi de Castella als altres territoris de la monarquia. En aquest sentit, la vella planta castellana també va patir transformacions: cadastre, secretaris de despatx, intendents, institucions d’arrel francesa. I tampoc podem considerar que la naixent Espanya dels Borbons respongués estrictament al model centralista francès perquè van sobreviure alguns elements del sistema foral com ara el dret civil català. En certa manera, la Nova Planta va traduir-se en una expressió de l’absolutisme pròpia de l’Estat espanyol.

nueva-planta.jpg

La Nova Planta troba la seva expressió definitiva en les anotacions de Felip V en els decrets de 1707 que abolien els furs dels regnes d’Aragó i València:

Felip V.jpg
Felip V

He juzgado conveniente (así por esto como por mi deseo de reducir todos mis reinos de España a la uniformidad de unas mismas leyes, usos, costumbres y tribunales, gobernándose igualmente todos por las leyes de Castilla, tan loables y plausibles en todo el Universo) abolir y derogar enteramente, como desde luego doy por abolidos y derogados, todos los referidos fueros, privilegios, práctica y costumbre hasta aquí observadas en los referidos reinos de Aragón y Valencia.

Siendo mi voluntad, que éstos se reduzcan a las leyes de Castilla, y al uso, práctica y forma de gobierno que se tiene y ha tenido en ella y en sus Tribunales sin diferencia alguna en nada; pudiendo obtener por esta razón mis fidelísimos vasallos los Castellanos oficios y empleos en Aragón y Valencia, de la misma manera que los Aragoneses y Valencianos han de poder en adelante gozarlos en Castilla sin ninguna distinción; facilitando yo por este medio a los Castellanos motivos para que acrediten de nuevo los efectos de mi gratitud, dispensando en ellos los mayores premios, y gracias tan merecidas de su experimentada y acrisolada fidelidad, y dando a los Aragoneses y Valencianos recíproca e igualmente mayores pruebas de mi benignidad, habilitándolos para lo que no lo estaban, en medio de la gran libertad de los fueros que gozaban antes; y ahora quedan abolidos: en cuya consecuencia he resuelto, que la Audiencia de Ministros que se ha formado para Valencia, y la que he mandado se forme para Aragón, se gobiernen y manejen en todo y por todo como las dos Chancillerías de Valladolid y Granada, observando literalmente las mismas regalías, leyes, práctica, ordenanzas y costumbres que se guardan en estas, sin la menor distinción y diferencia en nada, excepto en las controversias y puntos de jurisdicción eclesiástica, y modo de tratarla, que en esto se ha de observar la práctica y estilo que hubiere habido hasta aquí, en consecuencia de las concordias ajustadas con la Sede Apostólica, en que no se debe variar: de cuya resolución he querido participar al Consejo para que lo tenga entendido.

D’aquesta manera naixia una nova Espanya. En realitat, naixia Espanya com a Estat i no com a monarquia composta. Amb el desmantellament dels furs i la desaparició de les institucions històriques pròpies dels regnes que havien integrat la Monarquia Hispànica dels Àustries es convertia Espanya en una monarquia en la qual tots els súbdits restaven sotmesos a un mateix règim comú, a unes mateixes lleis i a una sola administració. Només existia l’excepció de Navarra i el País Basc. El terme Espanya no s’arriba a mencionar, però la voluntat uniformitzadora i de construcció d’un Estat centralitzat és evident. En definitiva, la Nova planta és el gran exercici del nacionalisme d’Estat a l’Espanya del segle XVIII, tot i que va ser una realització més pràctica que conceptual.

Isabel de Farnese, la parmesana

Filla dels prínceps Eduard de Parma i Dorotea Sofia del Palatinat, Isabel de Farnese (1692-1766) va casar-se el 1714 amb Felip V, el qual havia quedat vidu després de la mort de Maria Lluïsa Gabriela de Savoia. Com a conseqüència del seu fort caràcter, amb la nova reina arribaria l’escàndol a la cort de Madrid. Però també el canvi. Cap altre personatge ens permet apropar-nos al Felip V posterior a la Guerra de Successió, un rei doliente, malaltís i depressiu, que després de fer-se amb el tron semblava haver perdut tot interès per la política.

Isabel_de_Farnesio.jpg
Isabel de Farnese

En paraules del cardenal Giulio Alberoni, bisbe de Màlaga, artífex de l’enllaç matrimonial i posterior primer ministre gràcies a influència d’Isabel, la nova reina d’Espanya “se trataba de una buena muchacha de veintidós años, feúcha, insignificante, que se atiborra de mantequilla y de queso parmesano y que jamás había oído hablar de nada que no fuera coser o bordar”. És a dir, la parmesana arribava a la cort sota la sospita. Només seria acceptada sempre que no exigís res per a ella mateixa i els seus fills. La cort esperava una reina consort que mantingués un discret segon pla a l’ombra del monarca. Res més allunyat de la realitat.

No va mostrar mai afecte pels seus fillastres. I és que els fills de la primera esposa del rei, Maria Lluïsa de Savoia, constituïen un problema per aconseguir el seu principal objectiu polític: dotar els seus fills d’un regne on governar. Però el seu caràcter intrigant, d’una manca de destresa sensual, que la cort va anar descobrint a mida que s’implicava en les tasques de govern, va provocar el rebuig dels espanyols. La parmesana no volia esdevenir una figura decorativa, ni tan sols per aconseguir els objectius que cercava pels seus fills.

La_familia_de_Felipe_V_.jpg
La família de Felip V

La parmesana. Sempre pronunciat amb aquell característic menyspreu tan propi d’Espanya. Era una molèstia per a la rància noblesa (una nova estrangera en la cort de la puresa de sang), però també pels ministres arribats de Versalles (acostumats a l’omnipresència del Rei Sol) i pels fills de Felip V i Maria Lluïsa (amenaçats en el seu futur). I mentre la cort rebutjava les seves intrigues polítiques, Felip V anava submergint-se en un estat melancòlic, donant pas a la depressió clínica. El rei venjador que s’havia imposat amb fermesa en la Guerra de Successió havia deixat pas a un monarca excèntric, que vorejava el patetisme. El comportament del rei aixecaria tot tipus de comentaris cortesans. Isabel no podia haver arribat a un escenari més hostil.

Felipe_V_e_Isabel_de_Farnesio_.jpg
Felip V i Isabel de Farnese

El gener de 1724, la depressió de Felip V va portar-lo a abdicar. Era un gest inèdit, sorprenent. Lluís I, el primogènit, arribava al tron espanyol mentre que el primer Borbó es refugiava en el seu palau de La Granja de San Ildefonso de Segòvia, un petit Versalles encara a mig construir però amb una considerable zona de caça, la darrera i única passió d’un rei embogit. S’ha especulat amb la possibilitat que aquesta abdicació fos una maniobra que tenia com a objectiu l’accés al tron de França davant d’una possible mort prematura de Lluís XV. És difícil de creure.

Luis_I_rey_de_España.jpg
Lluís I d'Espanya

Però aquesta retirada va ser breu. Lluís I moria el 31 d’agost sense descendència i Felip V recuperava la corona passant per sobre dels drets de Ferran, el jove príncep d’Astúries.

Aquest va ser el gran moment d’Isabel, la parmesana esdevenia “reina mare” sense que aquest paper li correspongui. És el moment d’oposar-se al predomini austríac a Itàlia amb la finalitat d’obtenir Estats per als seus fills, de neutralitzar els enemics i de preparar el país per a la guerra mitjançant la construcció de la marina. D’aquesta manera, la parmesana va passar la major part del temps immersa en les intrigues polítiques que havien de dotar els seus fills d’un futur brillant. I el seu èxit és innegable: Carles de Borbó obtenia el ducat de Parma (1731) i el Regne de les Dues Sicílies (1735), mentre que Felip de Borbó assolia el ducat de Parma (1748).

La_Granja_Palacio.jpg
La Granja de San Ildefonso

I a què es dedicava Felip V en mig del joc d’intrigues polítiques i diplomàtiques d’Isabel de Farnese? A construir els jardins versallescos de La Granja, solitari i cada cop més melancòlic, hipocondríac i embogit. Les intrigues de palau es desenvolupaven al marge d’un monarca que regnava absent del seu món.

El 1746, en morir Felip V i coronar-se Ferran VI, Isabel va buscar mantenir la seva influència, però el nou rei tenia clar que la seva madrastra havia de ser allunyada del poder i el 1747 va desterrar-la a La Granja. Justícia poètica devia pensar el nou rei. Però el seu darrer triomf encara havia d’arribar: Ferran VI moria el 1759 sense descendència i el seu fill Carles III ascendia al tron. Convertida en reina regent fins a l’arribada de Carles, Isabel retornava a la cort. Però el seu caràcter intrigant no havia desaparegut i aviat esclatarien les desavinences amb la jove reina Maria Amàlia de Saxònia, fet que provocaria un nou desterrament a Aranjuez, on moriria l’11 de juliol de 1766.

Fernando_VI.jpg
Ferran VI d'Espanya
Carlos_III.jpg
Carles III d'Espanya

Rafael de Casanova

El mite catalanista de l’Onze de Setembre de 1714 descansa sobre la figura del que aleshores era el conseller en cap del Consell de Cent de la ciutat de Barcelona, Rafael de Casanova (1660-1743), membre de la Junta de Govern del Principat de Catalunya, coronel de la Coronela de Barcelona i governador de la Plaça i Armes de Barcelona. Ara bé, si observem la biografia real del personatge, la realitat ens allunya del mite perquè ens puguem endinsar en la veritable història de la Guerra de Successió i en la fabricació artificial d’un mite que només va aportar la seva representativitat institucional.

Rafael de Casanova i Comas va néixer a Moià el 1660, en una família de camperols enriquits, propietaris de terres i molt catòlics (dels vuit germans, dos van ser frares dominics i tres van convertir-se en monjos). En rebre la seva part de l’herència va cursar dret a Barcelona, on s’instal·laria per exercir l’advocacia després de doctorar-se el 1686. Deu anys després es casaria amb Maria Bosc i Barba, filla d’una casa benestant de Sant Boi de Llobregati vídua d’un metge, amb la qual va tenir quatre fills. Maria va morir el 1704.

Rafael_Casanova.jpg

En esclatar la Guerra de Successió Casanova faria el salt a la política. Així, el 25 de gener de 1706 va ser extret per insaculació com a nou conseller terç de Barcelona. Un any després, l’arxiduc Carles d’Àustria el distingiria amb la titulació de ciutadà honrat de Barcelona. I el 1708 seria un dels delegats del Consell de Cent que van rebre Elisabeth de Brunsvic en la seva arribada a Barcelona. Ara bé, més enllà d’aquests fets no coneixem res més al voltant de la seva tasca en els anys de la Guerra de Successió. És a dir, la vida de Rafel de Casanova va transcórrer sense pena ni glòria durant el conflicte bèl·lic.

Tanmateix, la història reservaria a Casanova un paper protagonista en les darreries del conflicte. Així, el 30 de desembre de 1713, Rafael Casanova va sortir designat com a nou conseller en cap, càrrec que duia aparellat el grau de coronel de la milícia ciutadana dels gremis o Coronela. Igualment, Casanova va ser elegit membre de la junta de govern que s’encarregava d’estudiar les propostes del cap militar de les forces catalanes, Antoni de Villarroel. És a dir, Casanova entra en la història en el moment decisiu de l’ofensiva borbònica sobre la ciutat de Barcelona i va dirigir políticament la resistència, tot i que en els darrers moments del setge va mostrar-se, igual que Villarroel, partidari de la negociació diplomàtica per aconseguir la pau.

Junta_de_guerra_de_l'1_de_Setembre_de_1714,amb_la_participació_d'Antoni_Villarroel,_Casanova_i_Basset.jpg

El moment millor conegut de la seva biografia és el seu comportament l’11 de setembre. En el context del setge definitiu sobre la ciutat, Casanova va adreçar-se al portal Nou i, enarborant la bandera de Santa Eulàlia i envoltat dels prohoms de l’escorta, va arrossegar al contraatac diverses companyies de la Coronela amb un discurs que encara avui resulta sorprenent per molts catalans:

Señores, hijos y hermanos, hoy es el día en que se han de acordar del valor y gloriosas acciones que en todos tiempos ha ejecutado nuestra nación. No diga la malicia o la envidia que no somos dignos de ser catalanes e hijos legítimos de nuestros mayores. Por nosotros y por toda la nación española peleamos. Hoy es el día de morir o vender. Y no será la primera vez que con gloria inmortal fuera poblada de nuevo esta ciudad defendiendo su rey, la fe de su religión y sus privilegios.

Així, durant una hora i mitja va disputar-se una terrible batalla cos a cos. Era el combat final. Durant l’enfrontament, Rafael de Casanova va rebre una bala a la cuixa i va haver de cedir la bandera al comte de Lanuça, protector del braç militar. Ferit, però no mort com alguns van voler insinuar per fer més dramàtica encara la situació. Com a conseqüència de la ferida va ser hospitalitzat al col·legi de la Mercè on va ser visitat pel conseller segon, Salvador Feliu de la Penya, i diversos militars, que li portaven un projecte de capitulació que va aprovar. Posteriorment va ser traslladat a Sant Boi de Llobregat, a la casa del seu difunt sogre.

Els comentaris sobre l’heroïcitat de Casanova van imprimir en la consciència dels catalans la brutalitat de l’assetjament final dels Borbons sobre Barcelona com cap altre esdeveniment de la seva història. La suposada mort del conseller en cap va convertir-lo en la personificació de la llarga història de l’autogovern català. Però la realitat era que no havia mort heroicament en la defensa de la ciutat. Només havia estat ferit i ni tan sols va ser empresonat pels vencedors. La repressió només va suposar-li la confiscació dels béns: escassament 160 lliures. El patrimoni del sogre no va ser confiscat i va passar a mans del fill de Casanova, Rafael.

bcn215.jpg

No havia passat un any de la caiguda de Barcelona que Rafael de Casanova  ja tornava a exercir com a advocat a la ciutat comtal. I el 1725, després del Tractat de Viena, va veure com li retornaven els béns confiscats. A partir d’aquí, el que es convertiria en màrtir i mite del catalanisme es dedicaria a la seva feina com a advocat fins a la seva retirada definitiva a Sant Boi on moriria el 1743 amb més de vuitanta anys.

En definitiva, ens trobem davant d’una vida mancada de qualsevol mena de sentit èpic, amb l’única excepció de la seva ferida l’Onze de Setembre de 1714. Així, Rafael de Casanova és un heroi que només pot aportar la representativitat del seu càrrec com a conseller en cap del Consell de Cent de Barcelona, la institució que tenia el veritable poder en la Catalunya resistent. Ni abans de l’Onze de Setembre ni després va representar cap tipus d’èpica catalanista de resistència als assaltants borbònics. És més, la seva solució al conflicte passava per la negociació. Si avui és un heroi mitificat, ell mai va voler ser-ho, ni realment ho va ser.

L’anticastellanisme català i les crides a la resistència de 1713-1714

Un cop la guerra semblava perduda i l’abandó internacional va esdevenir un fet després de la coronació de l’arxiduc Carles com a emperador austríac, la publicística bèl·lica en el bàndol austriacista català va prendre un to marcadament anticastellà, propi de l’ambient de guerra civil més que no pas de guerra dinàstica que va caracteritzar la fase final del conflicte successori. Això contrastava amb l’amalgama de motius que havien conduït cap a l’auge de l’austriacisme i al predomini de l’antifrancesisme que havia caracteritzat els inicis del conflicte.

11-setembre-1714.jpg

D’aquesta manera, moltes cançons i composicions poètiques populars comencen a retratar els castellans com a despietats invasors i animen els catalans a la resistència armada. D’entre els diversos exemples que trobem en aquest sentit destaquen aquests versos:

Anem a dar batalla
als cruels castellans
y visca Catalunya
y visca la llibertat.

Igualment, l’anticastellanisme també es fa present en els grans textos polítics de la Catalunya resistent del bienni 1713-1714, els quals reflecteixen un rebuig al model absolutista imperant a Castella i una forta càrrega de denúncia política contra la seva classe dirigent per voler imposar aquest model al conjunt dels territoris de la monarquia a costa de la destrucció de les constitucions catalanes.

Per exemple, un abrandat discurs del cavaller Emmanuel Ferrer i Sitges adreçat al braç militar el 6 de juliol de 1713 va comportar que aquest estament reconsiderés la seva posició d’abandonament de la lluita després de l’abandó dels aliats. La lluita per les llibertats catalanes significava, alhora, l’alliberament del despotisme dels ministres castellans a tots els territoris de la vella Monarquia Hispànica, la “nostra Espanya” segons les paraules de Ferrer.

Ferrer i Sitges rebutjava qualsevol intent de sortida negociada a la Guerra de Successió a Catalunya i es manifestava partidari de la resistència sota l’argument del caràcter de nació lliure dels catalans des dels temps de Carlemany mentre que apel·lava al dret natural i a les lleis jurades i pactades per defensar la llibertat:

¿Tenen per ventura nostres lleis i privilegis indignes establiments i principis? […] ¿No donen nostres lleis i privilegis facultat per oposar-se als que injustament volen oprimir-nos? […] ¿Què motius té lo sereníssim duc d’Anjou per haver deliberat lo oprimir-nos ab tan rigor, com volen reduir-nos de pobles francs i líberos a nació del tot subjecta i esclava?

Tot i que el discurs conté una sèrie de greuges històrics, és una reprovació adreçada no tant a Castella (perquè recorda que els castellans ja van perdre les seves llibertats a Villalar el 1520) sinó cap els “dispòtics” ministres castellans:

Digne de compassió és lo enganyat poble de Castella i, en general, tota Espanya, que l’ambició, vanitat i cobdícia dels passats ministres que com afamades sangoneres han xuclat per sa ignorant conducta, ab crueltat, la sang dels senzillos pobles i essent ells los autors de civils discòrdies entre los vassalls d’un mateix príncep, sent l’ocasió de la ruïna del Regne, del rei i de la pròpia Pàtria.

Cal destacar el fet que en aquest discurs, igual que en la major part de la propaganda del període, França i sentiment antifrancès ja queden en un segon lloc, com una potència aliada de Castella, qui s’ha convertit en l’enemic de Catalunya. Igualment, les exaltacions de fidelitat a la casa d’Àustria que havien caracteritzat la publicística dels inicis del conflicte desapareixen com a conseqüència de l’abandonament internacional.

D’altra banda, trobem un altre exemple en la crida dels diputats de la Generalitat, feta el 12 de juliol de 1713, amb l’objectiu que els catalans lluitessin per la defensa de les constitucions, en la qual el general Rafel Nebot advertia els catalans que el rei castellà els volia convertir en esclaus, que els volia anorrear les institucions i arruïnar el país.

Finalment, cal citar el fulletó anònim Despertador de Catalunya de 1713, el qual tenia per objectiu esperonar els catalans a resistir, tot basant les seves argumentacions en el pactisme amenaçat per l’absolutisme:

Aquest insuportable jugo s’ha fet més pesat en Castella després que s’introduí lo govern francès que ha augmentat casi per meitat tots los drets, posant noves gabelles (sobre lo que no s’havia pensat), ressellant per més gravàmens lo paper sellat i altres arbitris que ha inventat la francesa política. I sobretot és lo ja indicat de poder lo príncep ab absoluta jurisdicció imposar qualsevoles talls i taxes, servint de llei s’absoluta voluntat, estenent-se fins a llevar los fills a sos pares per la guerra, quintant i requintant a son arbitre. D’ahont pot interferir lo menos advertit la gran distinció i notable distància del govern de Castella al de Catalunya. Consistint aquell en una dura esclavitud i éstes en una suau llibertat […]. Despertau-vos, despertau-vos, catalans adormits […], no sepulteu vostra honra, vostres lleis i la llibertat de vostra amada Pàtria en la negra obscuritat d’una perpètua, deplorable, esclavitud.

Barcelona, 11 de setembre de 1714: la memòria (2)

La dictadura de Primo de Rivera va suposar la prohibició de la celebració de la Diada entre 1923 i 1930. Recuperada en temps de la Segona República, la celebració va prendre significació institucional amb la presència del president de la Generalitat i de l’alcalde de Barcelona. La normalitat només es trencaria el 1935, després dels Fets d’Octubre de 1934, amb el govern empresonat. Ja en el context de la Guerra Civil, les tradicionals ofrenes florals van ser substituïdes per la desfilada de les milícies. El darrer Onze de Setembre va ser el 1938, al qual va assistir el president del govern espanyol, Juan Negrín.

En el camp de la història durant el període de la Segona República, des del catalanisme conservador, Ferran Soldevila a la seva Història de Catalunya (1935), editada sota la protecció econòmica de Francesc Cambó, va recollir una síntesi de tots els tòpics del catalanisme conservador respecte de l’Onze de Setembre. Així, Soldevila va oferir una lectura de 1714 que connectava directament amb la interpretació de Prat de la Riba. En definitiva, Soldevila defensava la línia “pactista” amb Felip V que els braços militar i eclesiàstic van intentar imposar el 1713, interpretació pactista que, en el fons, legitimava la política de la Lliga Regionalista de Cambó.

soldevila.jpg
Ferran Soldevila

Soldevila no qüestionava el caràcter dinàstic de la Guerra de Successió:

Cadascuna de les dinasties en pugna tenia, dins les tendències generals de les grans monarquies continentals, prou acusades les diferències, en allò precisament que més separava Catalunya i Castella. La dinastia austríaca representava l’imperialisme descentralitzat; la dinastia borbònica, l’absolutisme i la centralització portats a llurs darreres conseqüències.

I definia els partidaris de l’arxiduc Carles d’Àustria com a defensors del règim autonòmic:

No és estrany que la revolta es fes al crit de Visca la Pàtria, Visca els Furs, Visca Carles III; i que l’oposició a Felip V aplegués tots aquells regnes on l’esperit i les pràctiques autonòmiques [sic] eren encara vius –Catalunya, Mallorca, València, Aragó– tota l’antiga corona.

A la vegada que responsabilitzava el braç reial, és a dir els sectors populars, com a culpables de portar la guerra fins a un punt inútil i desesperat:

Les característiques d’aquest nou i darrer període de la guerra no difereixen gaire del que hem estudiat en el capítol precedent: segueix essent una lluita dinàstica: a favor de Carles III i contra Felip V. Segueix essent una lluita d’intervenció en l’estructuració hispànica, com havia estat des dels seus començos, com ho serà fins el darrer moment, en declarar, els seus defensors, a punt de sucumbir, el fracàs de llur esforç per a salvar Espanya de l’esclavatge borbònic […]. És encara, més exacerbadament que mai, l’esforç per defensar les institucions catalanes […].

Per la seva banda, des de la tradició del republicanisme catalanista, l’historiador Antoni Rovira i Virgili sempre va mostrar més simpaties vers la Guerra dels Segadors de 1640 que per la desfeta de 1714. Ara bé, l’opinió de Rovira i Virgili va anar evolucionant fins que després de l’esclat de la Guerra Civil va començar a identificar-se amb el radicalisme de la resistència de Barcelona, la qual interpretaria en clau republicana: els resistents de 1714 eren assimilats als republicans de 1936 i Felip V esdevenia un antecedent repressor similar al representat pel general Franco i l’alçament nacional.

rovira i virgili.jpg
Antoni Rovira i Virgili

El 1932, en un article publicat a La Publicitat (“1714-1932, la realitat d’enguany”, 11-09-1932) Rovira i Virgili considerava que aquell era un episodi superat:

La commemoració de l’Onze de Setembre ha deixat d’ésser un gemec de dolor. Ha deixat d’ésser també un sospir de desig. És, enguany, un crit de victòria. Una victòria civil, incruenta. Comença a triomfar la voluntat de catalana. I la voluntat d’un poble conscient és més forta que les espases enemigues i més forta que les lleis d’opressió, d’assimilació i de limitació […]. Al capdavall, els vençuts de 1714 han estat els vencedors. La causa que Rafael Casanova defensà és essencialment la causa catalana que ha entrat en el seu període victoriós. Mentrestant, tota l’obra de Felip V, del vencedor material d’aquella guerra, es trenca i s’enfonsa. El tron dels Borbons és fet estelles. I de mala fusta d’aquell tron, Catalunya en fa fogueres que saluden la nova llibertat.

En canvi, el 1936, en el seu Resum d’història del catalanisme, Rovira i Virgili va justificar la sublevació de la Generalitat el 1713-1714 restant importància al conflicte dinàstic:

És possible que els catalans d’aquell temps cometessin greus errors, i avui són molts els patriotes que els retreuen d’haver-se posat al costat de la casa d’Àustria i contra la de Borbó, o d’haver mostrat una ideologia més aviat regionalista que no pas nacionalista. Però és evident que la principal preocupació d’aquells catalans, o d’una bona part d’ells, era, no el litigi dinàstic, ans la conservació de les llibertats de Catalunya, que van veure amenaçades amb Felip d’Anjou.

I arribats a 1937, la seva interpretació històrica de l’Onze de Setembre és radicalment conjuntural i política com es pot observar en l’article “La significació del 1714” (La Publicitat, 11-09-1937):

No. No és el lleialisme vers Carles d’Àustria allò que va dur a l’alt heroisme i a l’exemplar sacrifici dels catalans del 1714. La significació vera i profunda d’aquell moment és la d’uns homes que donen el màxim valor a la doble llibertat individual i col·lectiva […]. En cada segle, en cada dinastia, en cada època, Catalunya s’ha alçat contra els poders absoluts, opressors, reaccionaris o totalitaris. I és que ella ha estat, és i serà democràtica, igualitària, progressiva i liberal. Podem dir que Catalunya ha rebutjat sempre el feixisme sota les formes que ha revestit històricament. Joan II, Felip IV, Felip V, representen, en el fons, allò mateix que avui representa Franco.

Després de la victòria franquista de 1939, Franco va fer enretirar l’estàtua de Rafael de Casanova “para que no sirva de pretexto de desviaciones partidistas y antinacionales”. Tot i això, el franquisme mai va ser capaç d’eliminar la memòria històrica catalana. Al contrari, la repressió franquista va rearmar moral i sentimentalment el catalanisme. D’aquesta manera, la Diada va seguir commemorant-se, sempre de forma clandestina, fins que el 1976 el governador civil va autoritzar un acte a Sant Boi de Llobregat, on es troba la tomba de Rafael de Casanova. Finalment, amb el restabliment de la democràcia es va permetre que es tornés a instal·la l’estàtua de Casanova, amagada fins aleshores en un magatzem, i el 1977 els catalans van abocar-se massivament en la commemoració de l’Onze de Setembre tot reivindicant l’autogovern. El Parlament de Catalunya va declarar l’Onze de Setembre com la Festa Nacional de Catalunya el 12 de juny de 1980. El Fossar de les Moreres, l’altre espai de trobada i celebració de la Diada, va ser remodelat i dignificat el 1989.

lf_portadaestatut.jpg

11-09-1976.jpg

bcn215.jpg

Barcelona, 11 de setembre de 1714: la memòria (1)

La memòria de l’Onze de Setembre de 1714 es caracteritza per les seves fluctuacions. I és que la caiguda de Barcelona, cap i casal de Catalunya, a mans de James Fitz-Suart, el duc de Berwick, va tenir un efecte demolidor en la consciència catalana. Els barcelonins van experimentar aquell dia una intensificació dels seus signes d’identitat: ja no eren menestrals, camperols, funcionaris, nobles, eclesiàstics… a ulls dels ocupants eren patriotes catalans, un òrgan compacte que s’aixecava contra un sistema polític que buscava posar fi a les seves llibertats, i eren derrotats. L’esdeveniment aviat va donar pas al mite. Desapareixia la idea d’una Barcelona capital d’una civilització que es creia eterna i que semblava que mai més tornaria.

11-setembre-1714.jpg

Ja en el segle XVIII, malgrat la repressió i l’acomodament al nou règim absolutista, trobem un primer reguitzell de testimonis que van contribuir a la elaboració de la memòria de l’Onze de Setembre a través de dietaris, textos literaris o memorials de tota mena. Tanmateix, la memòria política sembla romandre silenciada i només ressuscita breument en el Memorial de Greuges de 1760, adreçat a Carles III i en el qual es critica la Nova Planta.

Ara bé, és en el segle XIX quan s’elabora la memòria de 1714. I els primers en recórrer al mite serien els literats i historiadors de la Renaixença, generalment des de referències medievals i antifranceses. La recuperació de la història i la cultura de Catalunya realitzada per la Renaixença no era el resultat d’un moviment polític catalanista, sinó que buscava remarcar l’especificitat històrica i cultural del Principat com un element integrant i enriquidor de la nova Espanya liberal en construcció.

D’aquesta manera, i des dels postulats del doble patriotisme característic del període, Víctor Balaguer en la seva Història de Catalunya (1850-1863) intenta identificar el patriotisme català amb l’espanyol. El discurs liberal de Balaguer defuig de qualsevol menció reivindicativa de caràcter nacional. És una nostàlgia més estètica que política. Tanmateix, és gràcies a Víctor Balaguer que a l’Eixample de Barcelona trobem els carrers de Casanova i Villarroel, uns incipients espais de memòria de la Guerra de Successió. Per la seva banda, Jacint Verdaguer va composar un poema sobre la figura de Rafael de Casanova.

Victor_Balaguer.jpg
Víctor Balaguer

D’altra banda, en el marc de la Primera Guerra Carlina, els propagandistes liberals també van recuperar la bandera de 1714. Per exemple, en El Vapor del 14 de febrer de 1835 podem llegir que “hubo un tiempo en que peleamos los catalanes por nuestros fueros y un gobierno despótico abusó de su conquista sujetándonos a vergonzosa opresión. Buscamos el prestigio de los fueros que nos arrebataban en nuestra laboriosidad”. La llibertat per Espanya anava, doncs, lligada a la llibertat de Catalunya.

Seria amb l’eclosió del federalisme quan l’Onze de Setembre generaria una memòria més bel·ligerant. El malestar contra l’Estat liberal centralista va permetre que el republicanisme trobés en la Guerra de Successió, Felip V, els Mossos d’Esquadra i la Ciutadella uns referents històrics adequats per criticar la monarquia d’Isabel II. Així, Francesc Pi i Margall presentaria un discurs força dur en Las Nacionalidades (1876), tot recordant la crueltat del setge i assalt borbònic de Barcelona. Això sí, sempre des del doble patriotisme i la unió de Catalunya i Espanya: “Allí en aquel fuego ardieron no sólo las instituciones de Cataluña, sino también la libertad de España”. En qualsevol cas, és en el període federal quan la historiografia comença a presentar el desvetllament del nacionalisme català en la interpretació dels fets de 1714.

Francisco_Pi_y_Margall.jpg
Francesc Pi i Margall

Cap a finals de segle, la política catalana esdevindria més conservadora, a la vegada que començaria a nodrir-se dels valors nacionals tot realitzant una síntesi entre el discurs federalista, el carlisme i l’austriacisme. Per exemple, el 1886, l’alcalde de Barcelona Francesc Rius i Taulet encarregava als escultors Rossend Nobas i Manuel Fuxà l’elaboració de l’estàtua de Rafael de Casanova, exposada per primer cop en l’Exposició Universal de 1888. És l’inici de la recuperació de la memòria històrica de Barcelona.

Estatua-Rafael-Casanova-Paseo-San-Juan-1907.jpg

El 1891 es celebraria el primer homenatge a l’estàtua de Rafael de Casanova. Aleshores va iniciar-se la tradició de publicar en la premsa una esquela dedicada als màrtirs de 1714 i de celebrar una missa per la seva ànima en l’església de Sant Just. El 1901 va institucionalitzar-se l’ofrena anual a l’estàtua de Casanova per part dels partits polítics catalanistes, com ara la Unió Catalanista. Però no seria fins el 1914 quan va situar-se l’estàtua de Casanova en el seu emplaçament actual a la Ronda de Sant Pere i l’Ajuntament de Barcelona es sumaria oficialment a l’homenatge. Paral·lelament va iniciar-se la tradició, políticament més radical i al marge de l’oficialisme, de reunir-se al Fossar de les Moreres, espai de memòria en el qual havien estat enterrats molts dels morts del setge.

El 1910, Enric Prat de la Riba polemitzaria en un article publicat a La Veu de Catalunya sobre la idoneïtat de rememorar la data de l’Onze de Setembre (“Els hèroes martres”, 11-09-1910). Per a Prat de la Riba, 1714 simbolitzava una derrota i un poble com el català, que aspirava a fer-se un lloc entre els països de la Segona Revolució Industrial i la cursa imperialista, no podia presentar-se enfront d’Espanya i de l’opinió pública internacional a través d’una història que commemorés les derrotes. Per això, Prat de la Riba preferia buscar els referents en una gloriosa edat mitjana, mentre que la Guerra dels Segadors i la Guerra de Successió les identificava amb la victòria dels sectors exaltats de Catalunya enfront dels moderats assenyats pactistes.

enric prat de la riba.jpg

En qualsevol cas, l’acceptació de la Diada de l’Onze de Setembre com a data assenyalada de commemoració per part del catalanisme en els inicis del segle XX va suposar un gran esforç intel·lectual perquè s’establís un contingut temàtic i interpretatiu consensuat que pogués incloure tot el ventall plural del catalanisme en ascensió. D’aquesta manera, els fets de 1714 van passar a simbolitzar fonamentalment la lluita per la defensa de l’autogovern i la rebel·lió contra l’autoritarisme castellà. Tanmateix, segons el consens i la correcció política pròpia del moment, aquesta era una rebel·lió antimilitarista i no insurreccional, sinó que era una reacció defensiva contra una agressió castellana.

Barcelona, 11 de setembre de 1714: els fets

La fase final de la Guerra de Successió, després de la pau internacional signada a Utrecht el 1713, era una altra guerra. Era un conflicte marcat per la religiositat exacerbada i la violència extrema. Era, més que mai, una cruenta guerra civil. Òbviament, també era una guerra per la defensa de les lleis i constitucions del país, per les llibertats amenaçades per un enemic que presentava un anticatalanisme radical. Però no convé simplificar el caràcter de la guerra, s’ha de visualitzar en tot el seu context.

Felipe V.jpg
Felip V

Després de la Pau d’Utrecht van emergir els símptomes de distanciament entre els sectors moderats, partidaris de la negociació amb els comandaments de Felip V, i els radicals, defensors de la resistència a ultrança davant la previsible intransigència del Borbó. En aquest context, el juliol de 1713, va convocar-se la Junta de Braços per valorar i decidir el camí que calia prendre davant l’abandó internacional. D’entrada, només el braç reial va mostrar-se partidari de la resistència. Tanmateix, el braç militar es sumaria a la opció de continuar la guerra. Les cartes estaven sobre la taula. La salvaguarda de les constitucions era l’objectiu prioritari pel qual calia lluitar.

Ara bé, la decisió de resistir i la radicalització de les actituds va comportar la fugida de famílies de la noblesa, de la burgesia, de canonges de la catedral i de molts capitans de la Coronela cap a la zona filipista. Les divisions eren evidents. És més, a Barcelona es produiria un autèntic conflicte entre el Consell de Cent, la Generalitat i el comandament militar per fer-se amb el poder. Finalment, el febrer de 1714, una Diputació del General financerament asfixiada cediria el comandament de la guerra al Consell de Cent.

Per la seva banda, els borbònics, amb un exèrcit de 50.000 homes, van ocupar la quasi totalitat del Principat entre 1713 i 1714. Ciutats austriacistes de primera hora com Vic i Valls ja restaven en mans dels filipistes. D’aquesta manera, arribats a 1714, la desproporció entre les forces ocupants de Catalunya i el reduït contingent de resistents, concentrats a Barcelona i Cardona, era abismal.

Barcino_magna_parens.jpg

Tanmateix, les requises, extorsions i represàlies indiscriminades dels borbònics van derivar en un gran aixecament antifilipista quan el ministre Jean Orry va voler introduir una tributació extraordinària. Les comarques del Penedès, el Camp de Tarragona, la Conca de Barberà, la Ribera de l’Ebre, el Maresme, el Vallès, la Plana de Vic, el Lluçanès, el Ripollès, l’Alt Urgell i la Noguera van alçar-se al crit de “Via fora lladres!” i “Visca la Pàtria!”. L’aixecament descordinat i sense connexió amb Barcelona, va ser esclafat per una brutal repressió dirigida pel Duc de Pòpoli.

Havia arribat l’hora d’iniciar l’assalt sobre Barcelona, tot i les reticències que Lluís XIV de França adreçava a Felip V l’agost de 1713:

El partido que había tomado de bloquear a Barcelona sin sitiarla parece muy conveniente al estado presente de las cosas; y como no ha de ser socorrida por nadie, tarde o temprano la someteréis.

Tenéis razón al querer reducir a Barcelona por la fuerza; pero cuando falta, quiere la prudencia que se empleen otros medios. Nada de mayor interés ni de más consecuencias para V.M. que pacificar a España. Sois vos quien habéis de juzgar cuales son los medios que deben emplearse para conseguirlo, desde el momento en que no podéis contar con el éxito de la guerra.

Louis_XIV_of_France.jpg
Lluís XIV

Però Felip V no faria cas al seu avi i, després que els resistents evitessin el bloqueig de la ciutat durant els mesos de febrer i març, el duc de Pòpoli bombardejaria Barcelona per primer cop l’abril de 1714. Aquell mateix mes, Lluís XIV aconseguiria el relleu de Pòpoli per James Fitz-Stuart, el duc de Berwick, protagonista del dramàtic setge final. Aquesta era la postura de Berwick respecte del setge de Barcelona:

Los barceloneses merecen toda clase de castigos, hasta el de ser exterminados, por haber osado mantenerse con tanta obstinación en su rebeldía, pero son, sin embargo, vuestros súbditos, y V.M., con su gran clemencia, querrá darles ocasión para que vuelvan a su deber sin destruirlos. Son enfermos que aún están bajo un acceso de furor. Quiero se les procure un remedio un poco dulce en apariencia. Aumentarán su mal y llegarán a la desesperación.

James_FitzJames_1st_Duke_of_Berwick.jpg
James Fitz-Stuart, duc de Berwick

Tanmateix, el juliol, Lluís XIV insistia en la prudència necessària en la presa de Barcelona:

Espero que dentro de poco tendréis a Barcelona reducida. Más, aun cuando merezca esta ciudad ser castigada, creo que es de vuestro interés moderar la severidad que queréis usar con sus habitantes, pues aun cuando sean vuestros súbditos, debéis tratarlos como a padre y corregirlos sin perderlos: Vous devez les traitter en père et les corriger sans les perdre. Bien habrá dentro de la ciudad un buen número de habitantes cuya fidelidad a vos no se ha entibiado nunca, habiendo solo sido oprimidos por la insolencia. Y, sin embargo, los envolvéis con los rebeldes, y perecerán juntos como subsistan las órdenes que habéis dado al mariscal de Berwick. Os aconsejo, pues, que le concedáis más libertad de la que le habéis dado, y os ruego que creáis mi opinión como fundada en la experiencia.

Però el fracàs dels bombardejos de maig i l’estancament de les negociacions del ministre Jean Orry amb l’austriacista Pau Ignasi de Dalmases van precipitar el setge des de finals de juliol. Uns 40.000 soldats dels exèrcits hispànic i francès van començar l’assalt definitiu d’una ciutat defensada per uns 5.500 homes, la majoria dels quals es trobaven enquadrats en les companyies gremials, sota les ordres del general Antoni de Villarroel i del conseller en cap Rafael de Casanova.

Sitio-barcelona-11-septiembre-1714.jpg

Els intensos bombardejos i les bretxes produïdes a les muralles van facilitar l’assalt final de les forces borbòniques l’Onze de Setembre. Ara bé, la presa de la ciutat no va produir-se sense dificultats perquè el baluard de Sant Pere va ser pres pels filipistes i reconquerit onze vegades en un dia pels resistents barcelonins. La defensa va ser heroica, però no generalitzada. Felip V comptava amb complicitats en la ciutat, possiblement entre sectors de l’aristocràcia i l’alta burgesia que no havien pogut abandonar la capital catalana i que veien en l’entrada dels filipistes la gran oportunitat de fer-se amb un lloc destacat en la nova Catalunya dels Borbons.

Es lluitaria cos a cos i casa per casa fins que, cap a les dues de la tarda, Rafael de Casanova va caure ferit i Antoni de Villarroel va ordenar la capitulació de la ciutat. La ciutat comtal, el cap i casal de Catalunya, finalment havia caigut. L’esdeveniment donava pas al mite.

11-setembre-1714.jpg

Les cròniques borbòniques del moment farien referència a la capacitat de resistència dels barcelonins durant el setge:

Sufrían con la mayor constancia quantas fatigas e injurias trae un cerco, despreciando valerosamente el fuego tan cruel que se les hacía, sin demostrar jamás menor flaqueza ni desmayo […]. Viendo ya el fatal amago de su perdición sin flaquear en nada era tanta su vigilancia y las fuerzas que incansables aplicaban a aquel parage que pudo y con razón poner a los sitiadores en bastante cuidado, reconociéndose que en ellos más que el valor obraba la desesperación […]. Quedó presa el día 11 de setiembre del año 1714 la tan ruidosa Plaza de Barcelona y que tanto dio que decir en la Europa (y aun fuerza de ella) en poder de España después de una larga y valerosa resistencia. Tal que con dificultad se encontrará una semejante en las Historias. Porque fue la que atrevidamente quiso mantenerse entre España y Francia, defendida solo por sus belicosos naturales, osadía valerosa que en otros términos era digna de aplausos inmortales.

Almanach_pour_1715_la_prise_de_Barcelone_par_le_duc_de_Berwick_le_13_septembre_1714.jpg

Durant el setge, els defensors havien patit unes 7.000 víctimes i una tercera part de les cases de Barcelona van ser destruïdes per les 30.000 bombes llançades per l’exèrcit borbònic, mentre que els assaltants van comptabilitzar unes 14.200 baixes. I la repressió consegüent seria especialment dura i d’un abast profund, tant polític, com econòmic i cultural. Així, entre els anys 1714 i 1716, les autoritats borbòniques es van dedicar a posar les bases d’una repressió sistemàtica fonamentada en un estat d’excepció permanent i aplicat a tots els àmbits de la vida col·lectiva.

L’AUTOR


Vicente Moreno Cullell (Barcelona, 1981) és llicenciat en Història per la Universitat Autònoma de Barcelona. Professor d’educació secundària, és membre del Centre d’Estudis sobre les Èpoques Franquista i Democràtica (CEFID-UAB).

EL BLOG

Ciències Socials en Xarxa és un espai de divulgació que intenta apropar d’una manera didàctica el món de la història de les civilitzacions, la cultura i l’art a tots els lectors. Un blog que busca explicar la nostra història, com a catalans i com a ciutadans del món. Perquè saber qui som, d’on venim i quin és el nostre passat és bàsic en una societat canviant com la que hem de viure.

Per contactar, podeu deixar un comentari al blog o enviar un e-mail a socialsenxarxa@gmail.com. Qualsevol aportació, per part de tots els visitants, serà benvinguda.

ÍNDEX DE CONTINGUTS