Bartolomé de las Casas (1474-1566) va arribar al Nou Món, a La Española, el 1502. Ordenat sacerdot vuit anys després, el 1512 va convertir-se en un encomendero, moment en el qual va prendre consciència del maltractament i la injustícia que patien els indígenes americans. Aleshores va abandonar l’usdefruit dels indis i va convertir-se en un fervent defensor dels seus drets. Convençut de que el seu deure era “procurar el remedio de estas gentes divinamente ordenado”, va viatjar cap a Castella per entrevistar-se amb el regent Ferran el Catòlic i el cardenal Cisneros, el qual va nombrar-lo “protector dels indis” el 1516.
Durant el seu primer viatge a la Península Ibèrica com a nou rei de la Monarquia Hispànica, Carles V va concedir-li el territori de Cumaná, a Veneçuela, perquè hi apliqués les seves teories del tractament just vers els indígenes. El 1522 Las Casas va ordenar-se com a frare dominic i va iniciar el seu programa de colonització i evangelització pacífica, un sistema que s’estructurava al marge de l’encomienda, desenvolupat entre 1535 i 1540.
El 1540 va retornar a la Península Ibèrica per reunir-se amb Carles V i impulsar les Leyes Nuevas de 1542. Amb la nova legislació s’esmenava el codi de 1512 que regulava els sistema colonial, es prohibia l’esclavitud dels indígenes i s’abolia el sistema d’encomienda. A més, es disposava que en la penetració dels conqueridors en les terres no explorades hi havien de participar sempre dos religiosos, els quals s’encarregarien de vigilar que els contactes amb els indis es duguessin a terme en forma pacífica per tal de propiciar un diàleg que conduís a la seva conversió. D’aquesta manera, els indígenes passaven a dependre directament de la Corona, decisió que va ser rebuda amb un rebuig visceral per part dels encomenderos de les colònies.
Nomenat bisbe de Chiapas, el 1543, va dedicar-se a combatre els abusos colonialistes i l’incompliment de les Leyes Nuevas. A continuació, el 1546, Las Casas va passar a Mèxic on va difondre Avisos y reglas para los confesores, fet que va produir un gran escàndol. Desil·lusionat pel fracàs de la seva política, ignorada pels colonitzadors, el 1547, va renunciar al seu càrrec i va traslladar el seu combat a favor dels drets del indígenes a la cort hispànica.
La gran, i darrera, oportunitat per a Las Casas arribaria amb els debats de la denominada Junta de Valladolid (1550-1551), la qual, convocada per Carles V, va congregar els defensors dels drets dels indígenes, com el mateix Las Casas, i els partidaris de la derogació de les Leyes Nuevas, encapçalats per Juan Ginés de Sepúlveda. El debat oposava una visió humanitària de la conquesta, basada en la racionalització dels indígenes i les bondats d’una colonització fonamentada en el respecte de les cultures autòctones davant del pragmatisme econòmic i el fanatisme evangelitzador. El discurs de Sepúlveda va imposar-se, marcant la política de la corona respecte d’Amèrica.

El 1552 apareixia la Brevísima historia de la destrucción de las Indias, redactada deu anys abans, obra que va tenir una gran ressonància a nivell europeu. Traduïda a totes les llengües europees, molts autors situen en aquest text bona part de l’origen de la llegenda negra sobre el colonialisme hispànic a Amèrica. Aquest és un extracte:
Daremos por cuenta muy cierta y verdadera que son muertas en los dichos cuarenta años por las dichas tiranías y infernales obras de los cristianos, injusta y tiránicamente, más de doce cuentos de ánimas, hombres y mujeres y niños; y en verdad que creo, sin pensar engañarme, que son más de quince cuentos.
Dos maneras generales y principales han tenido los que allá han pasado, que se llaman cristianos, en estirpar de la haz de la tierra a aquellas miserandas naciones. La una, por injustas, crueles, sangrientas y tiránicas guerras. La otra, después que han muerto todos los que podrían anhelar o suspirar o pensar en libertad, o en salir de los tormentos que padecen, como son todos los señores naturales y los hombres varones (porque comúnmente no dejan en las guerras a vida sino los mozos y mujeres), oprimiéndolos con la más dura, horrible y áspera servidumbre en que jamás hombres ni bestias pudieron ser puestas. A estas dos maneras de tiranía infernal se reducen y ser resuelven o subalternan como a géneros todas las otras diversas y varias de asolar aquellas gentes, que son infinitas.
La causa por que han muerto y destruido tantas y tales y tan infinito número de ánimas los cristianos ha sido solamente por tener por su fin último el oro y henchirse de riquezas en muy breves días y subir a estados muy altos y sin proporción de sus personas (conviene a saber): por la insaciable codicia y ambición que han tenido, que ha sido mayor que en el mundo ser pudo, por ser aquellas tierras tan felices y tan ricas, y las gentes tan humildes, tan pacientes y tan fáciles a sujetarlas; a las cuales no han tenido más respeto ni de ellas han hecho más cuenta ni estima (hablo con verdad por lo que sé y he visto todo el dicho tiempo), no digo que de bestias (porque pluguiera a Dios que como a bestias las hubieran tratado y estimado), pero como y menos que estiércol de las plazas. Y así han curado de sus vidas y de sus ánimas, y por esto todos los números y cuentos dichos han muerto sin fe, sin sacramentos. Y esta es una muy notoria y averiguada verdad, que todos, aunque sean los tiranos y matadores, la saben y la confiesan: que nunca los indios de todas las Indias hicieron mal alguno a cristianos, antes los tuvieron por venidos del cielo, hasta que, primero, muchas veces hubieron recibido ellos o sus vecinos muchos males, robos, muertes, violencias y vejaciones de ellos mismos […].
Después de acabadas las guerras y muertes en ellas, todos los hombres, quedando comúnmente los mancebos y mujeres y niños, repartiéronlos entre sí, dando a uno treinta, a otro cuarenta, a otro ciento y docientos (según la gracia que cada uno alcanzaba con el tirano mayor, que decían gobernador). Y así repartidos a cada cristiano dábanselos con esta color: que los enseñase en las cosas de la fe católica, siendo comúnmente todos ellos idiotas y hombres crueles, avarísimos y viciosos, haciéndoles curas de ánimas. Y la cura o cuidado que de ellos tuvieron fue enviar los hombres a las minas a sacar oro, que es trabajo intolerable, y las mujeres ponían en las estancias, que son granjas, a cavar las labranzas y cultivar la tierra, trabajo para hombres muy fuertes y recios. No daban a los unos ni a las otras de comer sino yerbas y cosas que no tenían sustancia; secábaseles la leche de las tetas a las mujeres paridas, y así murieron en breve todas las criaturas. Y por estar los maridos apartados, que nunca veían a las mujeres, cesó entre ellos la generación; murieron ellos en las minas, de trabajos y hambre, y ellas en las estancias o granjas, de lo mismo, y así se acabaron tanta y tales multitudes de gentes de aquella isla; y así se pudiera haber acabado todas las del mundo. Decir las cargas que les echaban de tres y cuatro arrobas, y los llevaban ciento y doscientas leguas (y los mismos cristianos se hacían llevar en hamacas, que son como redes, a cuestas de los indios), porque siempre usaron de ellos como de bestias para cargar. Tenían mataduras en los hombros y espaldas, de las cargas, como muy matadas bestias; decir asimismo los azotes, palos, bofetadas, puñadas, maldiciones y otros mil géneros de tormentos que en los trabajos les daban, en verdad que en mucho tiempo ni papel no se pudiese decir y que fuese para espantar los hombres.
Y es de notar que la perdición destas islas y tierras se comenzaron a perder y destruir desde que allá se supo la muerte de la serenísima reina doña Isabel […].
Débese de notar otra regla en esto: que en todas las partes de las Indias donde han ido y pasado cristianos, siempre hicieron en los indios todas las crueldades susodichas, y matanzas, y tiranías, y opresiones abominables en aquellas inocentes gentes; y añadían muchas más y mayores y más nuevas maneras de tormentos, y más crueles siempre fueron porque los dejaba Dios más de golpe caer y derrocarse en reprobado juicio o sentimiento.
7 Responses
No se perquè segueixes anomenant-lo Bartolomé de las Casas quan tens l’evidencia, a la portada de la 1a. ed. del seu llibre que mostres aquí, que el seu cognom era Casaus i que ell mateix signava com a Bartomeu Casaus.
http://ca.wikipedia.org/wiki/Fitxer:Firma_Bartolom%C3%A9_de_las_Casas.JPG
Fa nosa veure com es limiteu a copiar la història de sempre, sense el més mínim rigor intel·lectual i fins i tot traduint els noms al castellà. Que això ho faci un castellà amb un escrit fet en castellà no m’agrada però, veure fer-ho a un català i en català fa fàstic.
Sense ànims d’entrar en cap polèmica, només cinc breus apunts:
1. No sóc cap expert en paleografia i la qualitat de la reproducció enllaçada és molt dolenta, però en aquest suposat autògraf del pare Las Casas no posa Bartomeu sinó Bartomey o Bartomeq.
2. En la primera edició de la “Brevísima historia de la destrucción de las Indias” de 1552 l’obra està signada per Bartolomé de Las Casas o Casaus. Per tant, no faig cap castellanització en anomenar-lo pel nom amb que signa la seva obra i amb el qual ha passat a la història, de la mateixa manera que, tret que la tradició indiqui el contrari com acostuma a passar amb els noms dels monarques i els papes, respecto els noms en la seva llegua original. Per exemple, sempre parlaré de Maximilien Robespierre i mai de Maximilià Robespierre o de Jean-Paul Sartre i mai de Joan Pau Sartre, però sí que empraré Lluís XVI en comptes de Louis XVI o Isabel I en comptes d’Elisabeth I.
3. En qualsevol cas, aquest apunt biogràfic es refereix a l’obra del pare Las Casas respecte del món colonial americà. No és una biografia completa que ressegueixi la seva vida pas a pas. Ni es parla de la seva nacionalitat ni es busca entrar en cap consideració que no estigui referida a la seva acció en el Nou Món i la defensa dels indígenes americans.
4. Si el que vols insinuar és que el pare Las Casas era català la tossuda realitat ens diu que això és fals. No existeix una sola prova admesa per la comunitat historiogràfica que avali aquesta hipòtesi. I no em valen les ximpleries pels pseudohistoriadors de l’INH i d’altres il•luminats sectaris que circulen per la xarxa.
5. I per acabar, rigor intel·lectual en història és treballar amb les fonts existents i a partir d’aquí elaborar un relat històric. Quan es desacrediten totes les fonts (menys les que interessen tot i que no tinguin cap fiabilitat) en nom d’una totpoderosa però selectiva censura perquè només així es pot sostenir el relat no es fa història i no existex el rigor. Amb aquests procediments només es fa demagògia i es manipula la realitat.
La fiabilitat ens la dóna la seva signatura, que aplicant la rigorositat ens diu que no es deia “Bartolomé” i que el seu cognom era “Casaus”.
El que tu interpretes com a “signatura” a la portada del llibre, no és cap signatura, és la impressió de la portada d’un obra que fa l’editor o impressor castellà i que si hagués publicat un llibre d’un escocès anomenat Robert Stewart, segur que diria “Roberto Estuardo” o de Joan Boscà, “Boscán”. Però a la portada a la que ens referim al menys te la decència de col·locar el seu autèntic cognom, després de la “pertinent” castellanització, segurament per la notable diferència fonològica i clarificar així qui és l’autor, el qual s’anomenaria a ell mateix “Casaus” tal com signava i que per tothom, per tant, devia ser conegut. D’altra forma no es compren la doble denominació del cognom de la portada. A totes les persones se’ns coneix per un nom, no per dos. Si a algú se’l coneix per dos noms és per que un d’ells és una traducció a un altre idioma.
Que tota la historiografia castellana hagi repetit, segle rere segle, el cognom que més els hi ha “agradat” no vol dir que tu i jo ho fem.
Insisteixo: el pare Las Casas no era català. La seva vida està suficientment documentada com perquè no existeixin dubtes sobre aquesta qüestió. I l’ús del cognom Casaus pot tenir moltes més explicacions que una castellanització del català, com per exemple una mala latinització o uns orígens judeoconversos que ja han estat apuntats per alguns autors. En la teva interpretació del cognom invariable i immutable estàs aplicant una lògica contemporània a un període on aquesta correspondència no sempre està sempre tan clara com en els nostres dies sobretot quan parlem de famílies no aristocràtiques com és el cas de Las Casas.
I per molt que el seu cognom real fos Casaus, que no crec que ho sigui, aquest personatge ha passat a la història sota el nom de Bartolomé de Las Casas per a la major part de la historiografia europea i americana de referència. Per tant, aquesta és la denominació correcta per a referir-s’hi quan es busca fer una història rigorosa, entenedora i de divulgació. El món és com és, no com ens agradaria que fos.
Si el que busques són contes de fades sobre falsos historicidis i teories inversemblants basades en manipulacions vergonyoses de la realitat històrica aquest no és el teu lloc. Ja existeixen d’altres webs en les quals pots trobar tot aquest món de manipulació i fantasia. En aquest blog mai les trobaràs.
Ja hi tornem a ser. Es veu que aquests de la Nova Història reinventada a gust del pancatalanisme excloent no tenen prou amb els seus blogs i pamflets web i han d’exercir de trolls en els espais que treballen des del rigor i el respecte. No són acceptats ni respectats per cap autoritat acadèmica i el seu estimat líder va ser expulsat de la UB per mala praxis, però això no els importa gens ni mica sinó que els carrega de raons perquè creuen seguir les paraules d’un fals màrtir. Són el descrèdit absolut per a la nostra historiografia. Només saben banalitzar la història i convertir-la en un exercici d’història-ficció al servei de la seva ideologia. D’aquesta manera mai serem res en el món.
En fi, per tu Vicente, la signatura del Casaus, primer no es veu bé, després es una mala llatinització, continues ja, dubtant de la veracitat de la signatura (pensaràs que és una signatura falsa interposada en la documentació del Casaus pels censors inquisidors catalans -els investigadors de l’INH de l’època-), però bé al menys veig que al Colom l’anomenes tal com es deia i no et deixes portar per la denominació de tota la historiografia europea, americana i asiàtica de referència, una mica tard, però, ja és per estar d’enhorabona, anem fent un mon que ens agradi una mica més . A veure quants anys hem d’esperar amb el cas del Casaus.
Hola Helena, he de dir-te que no tinc res a veure amb l’INH, a banda d’haver-me llegit algun que altre llibre del Bilbeny i de resseguir-los en les “infectes” webs on publiquen. Jo soc valencià i no se a que et refereixes amb el pancatalanisme excloent, excloent de què? Dels nostres multiseculars exterminadors? ah, llavors si, a eixos els excloem totalment, con faria qualsevol, lo contrari es diu masoquisme i jo no estic per tonteries d’aquest tipus. A qui he faltat jo al respecte?, que entrat a aquesta pàgina buscant l’últim documental de Colom fet per l’INH i em trobo una crítica d’un jove historiador que el qualifica amb “deliris imaginatius”, “elucubracions que ratllin el deliri”, “manipulació històrica”, “teories del disbarat”.
La vostra mala llet contra les recerques del Bilbeny no fan més que encoratjar-nos i a mi particularment, que no comprenc l’animadversió tan forta que dueu a terme, utilitzant el llenguatge desqualificador que us caracteritza pareix que em tracteu com a tonto per seguir, comprovar, analitzar i finalment donar-les com a molt possibles les teories de l’INH, i ja et dic jo Helena que de tonto no tinc ni un pel, m’entens?. Es enveja professional? No ho se, però em sobta aquesta mala llet.
Si tens una mica de temps et llegeixes aquesta recopilació de les catalanades a La Celestina, fet per un autor que no se si és de l’INH, o un pancatalanista excloent, o qui collons és, però que et faran pensar un poc, pense jo, de quina va ser la llengua original del llibre.
http://histo.cat/1/asendr_celes_catal.pdf
I per acabar, això que dius de que aixina no serem res al món, aplicat-ho a tu. La vostra historia és la que ens ha portat fins aquí, la coneixem, és un camí molt freqüentat, sabem massa on ens porta…