El Setge a l’Alcázar de Toledo va ser una batalla dels inicis de la Guerra civil espanyola plena de simbolisme i elements propagandístics per part d’ambdós bàndols, en la qual els milicians del Front Popular i els colpistes van lluitar pel control de l’edifici, on hi havia l’acadèmia d’Infanteria. Les forces republicanes, compostes per uns 8.000 milicians de la FAI, la CNT i la UGT comptaven amb algunes peces d’artilleria, uns pocs blindats i tanquetes, a més de la presència de l’aviació que hi va fer missions de reconeixement i va bombardejar l’edifici trenta-cinc vegades. De l’altra banda, els defensors de l’Alcàsser, encapçalats pel general Moscardó, eren 800 guàrdies civils, 318 cadets i un centenar de soldats de l’Acadèmia, juntament amb 110 civils, armats amb fusells, unes metralladores velles i algunes granades.
El 27 d’agost el diari ABC de Madrid (edició republicana) publicava la següent crònica, inscrita en la batalla de la propaganda, que anunciava una propera derrota dels assetjats:
En las primeras horas de la mañana de hoy nos hemos trasladado a Toledo con el objeto de apreciar la situación en que se encuentra esa capital después de que los fascistas fueran reducidos y sitiados en el Alcázar de la que fue imperial ciudad […]. Hemos podido contemplar que el Alcázar de Toledo ha sido seriamente castigado por la artillería leal. La techumbre está totalmente derruida y la fachada norte reducida a escombros. Tales han sido los efectos de la artillería republicana en lo que es el último reducto de los fascistas. Estos sólo hacen acto de presencia en muy contadas ocasiones, disparando sus pistolas. El Alcázar está totalmente rodeado por las fuerzas leales a la República, quienes hostilizan los escasos enemigos que hacen acto de presencia.
Tot i això, el setge republicà fracassaria i es acabaria convertint-se en un mite de l’Espanya franquista. I és que l’exèrcit de Franco, desviant-se del seu objectiu principal que era Madrid, posaria fi al setge i es faria amb el control de la ciutat. L’ABC de Sevilla del 29 de setembre (edició nacional) ho narrava així:
Nuestros soldados durmieron el sábado [26] a la vista de Toledo. A las cuatro y media de la mañana, los rojos, ante la seguridad de nuestro éxito, ordenaron una nueva voladura del Alcázar colocando los mineros asturianos una enorme carga de dinamita que produjo una horrorosa explosión con grandes derrumbamientos. Pasados los primeros momentos intentaron asaltar la fortaleza, impidiéndoselo el fuego de ametralladoras que hacían los heroicos sitiados. A las nueve de la mañana hacían conjunción las columnas de Mizzián y Barrón sobre el cruce de la carretera de Madrid-Ávila dos quilómetros antes de la puerta de Bisagra […].
Abandonados los atrincheramientos que defendían la carretera y perdidas las posiciones de Vega, el enemigo concentró sus esfuerzos en evitar el paso por la Puerta de Bisagra […]. A las once de la mañana llegamos nosotros a Toledo donde se apreciaban a simple vista los enormes destrozos del Alcázar. Las torres estaban abatidas y en el último piso, hundido, se elevaba una nube de humo. En otros lugares de Toledo advertimos un fuego intensísimo de ametralladoras. La ocupación prosigue lenta conquistándose palmo a palmo […].
Después de durísimos combates en Mirdero, franqueóse el paso hacia Zocodover penetrando por Bisagra, magnífico puente y puerta. Los rojos intentaron antes de marcharse la voladura de todos los edificios principales, quedando muchos de ellos reducidos a escombros. Por la tarde se hizo contacto con el Alcázar recibiendo refuerzos los sitiados bajo un fuego infernal de fusilería enemiga, desde los escombros de las casas cercanas convertidas en atrincheramientos, quedando la ciudad tomada ya de noche.
Más de seis mil granadas rompedoras han caído en furiosa tempestad sobre la alta fortaleza imperial de España. La furia marxista concentróse sobre el baluarte espiritual de la raza. Conocían que más aún que el valor militar importaba en Toledo el valor que como símbolo tenía la posesión del Alcázar, donde Carlos V duerme, con el furor encadenado a sus pies […]. Desde anoche sabe Madrid que la guerra la hemos ganado al reconquistar Toledo y que hay un designio providencial […]. Aquí no podemos decir han perecido las ruinas; aquí más afortunadas que las murallas de Troya, no han perecido. Viven y desde estos escombros humeantes que el mundo mira, España tiende su mirada a Europa, desde una atalaya de dolor no abatida.